Va y dice Simón Peres que Europa tiene que abrir los ojos. Evidentemente no lo dice por Sarkozy que los tiene muy abiertos y ya ha pedido a Siria que les ayuden a hacer entrar en razón a Hamas para que acepte el alto el fuego con Israel. Mientras el presidente israelí, Eduh Omert, rechaza el alto el fuego propuesto por la Unión Europea y Naciones Unidas. Una está loca porque con tanto mensaje paradójico no hay forma de no estarlo. Qué difícil es ser cuerdo. Cuánto me gustaría ver, como dice Peres, que es Palestina quien ataca a Israel, que es Hamas quien no acepta un alto el fuego, que los Palestinos son terroristas. Pero no, no lo veo. Sólo veo muertos palestinos, sólo veo tanques, aviones con bombas israelíes, veo asesinatos, crímenes, dolor y muerte provocado por el ejercito israelí. Estoy para que me pongan una camisa de fuerza. Ni siquiera entiendo qué es eso de garantizar la seguridad de Israel cuando es la mayor fuente de inseguridad de oriente, el agresor más activo y violento, un estado intolerante y fundamentalista. Sé que no sé lo que digo, que no me funciona bien la cabeza, que necesito que algún ilustre cuerdo me obligue a abrir los ojos. Lo sé. Pero mientras tanto ¡qué dolor más profundo me provoca la ceguera!
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