El otro día me cagué en el rey Juan Carlos cuando me aplasté un dedo con una puerta. Antiguamente solía cagarme en dios pero lo dejé de hacer desde que tuve la seguridad de su inexistencia. Algunas veces lo recupero aunque sólo para molestar. Ahora prefiero a Juan Carlos, un ser de carne y hueso, pero lo hago a escondidas no vaya a ser que me caiga una multa por un simple arrebato lingüístico. El otro día me salió de repente y no pude más que mirar a mi alrededor, por si acaso, no vaya a ser que me hubiera oído un talibán. Nadie se dió por enterado mas aún no las tengo todas conmigo. ¡Ay! que me veo ante el juez.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Noticias desde el Reino de España: ¡¡glups!!
El otro día me cagué en el rey Juan Carlos cuando me aplasté un dedo con una puerta. Antiguamente solía cagarme en dios pero lo dejé de hacer desde que tuve la seguridad de su inexistencia. Algunas veces lo recupero aunque sólo para molestar. Ahora prefiero a Juan Carlos, un ser de carne y hueso, pero lo hago a escondidas no vaya a ser que me caiga una multa por un simple arrebato lingüístico. El otro día me salió de repente y no pude más que mirar a mi alrededor, por si acaso, no vaya a ser que me hubiera oído un talibán. Nadie se dió por enterado mas aún no las tengo todas conmigo. ¡Ay! que me veo ante el juez.
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